"Si está permitido representar pasiones y hechos por medio de la música, la danza, el teatro o el cine, debe estar permitido también hacerlo a través del silencio".- Ladislav Fialka
Ordenando papeles encontré mis apuntes sobre la historia del mimo, en el 2009 tuve la gran oportunidad de disfrutar aprendiendo con Nacho Otero, gran mimo y mejor persona de esas que dejan una huella imborrable. En recuerdo de él lo comparto con vosotr@s
Así como la música nos sirve para expresar los sueños, el cine, el teatro y la danza para representarlos, la pantomima nos introduce en la poesía del sueño. Primo-hermano del bailarín, la diferencia entre ambos es que el bailarín flota en el aire, mientras que el mimo permanece en el suelo.
Originario de Grecia y Roma, el mimo ha pasado por diferentes momentos de aceptación a nivel social. En Roma, durante el Imperio Romano, los mimos gozaron de uno de los estatus sociales más importantes y eran considerados personas muy importantes, gozando de privilegios que les permitían obtener grandes ganancias y beneficios, tanto a nivel social como político.
Con la caída del Imperio Romano hay un vacío extenso de tiempo, hasta los siglos XIV y XV donde fueron considerados locos. Fueron mal vistos por la monarquía, la Iglesia y las altas esferas sociales, por pasar a ser artistas callejeros que hacían burlas y sátiras contra ellos. Esto provoco que en Italia y España fueran perseguidos por la Inquisición haciendo que se refugiaran en Francia. Quizás eso haya contribuido a que este país sea una de las mayores potencias del mundo en este arte.
En el siglo XVI, con el Renacimiento,el mimo se utilizó en los intermedios de obras de más envergadura como la danza o el teatro, agrandando aún más la duda si el mimo era parte de un arte o un arte en verdad.
A finales del siglo XIX y principios del XX, el arte del mimo resurge en Francia a través de la figura de Deburau,que lo vuelve a colocar en los grandes teatros.
El siglo XX devuelve a la pantomima la gloria que merece. El vagabundo Charlot inicia la ascensión de este arte colocándolo en el centro de atención y logrando unir al mimo con la pista de circo, a este con el teatro y al teatro con el cine.
Etienne Decroux, Jean Louis Barrault yMarcel Marceau son el camino que conduce en línea recta hacia el hechizo de la pantomima para nuestro siglo.- Nacho Otero
Como le encantaba despedirse a él...
Besos y flores